Aelita (Película)

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Nota: Este artículo se refiera a la película de Yakov Protazanov. Para otros usos ver Aelita.

Aelita (Película)
Ficha técnica
Título original: Aelita
Nacionalidad: U.R.S.S.
Estreno 1: 25 de septiembre de 1924
Duración: 120 min. (versión rusa)
111 min. (Argentina, la versión que suele verse en España)
Ficha artística
Dirección: Yakov Protazanov
Guión: Aleksei Fajko y Fyodor Otsep basado en la novela de Aleksey Tolstoy
Producción:
Fotografía: B/N Emil Schünemann y Yuri Zhelyabuzhsky
Música: Película muda
Reparto: Nikolai Tsereteli, Vera Kuindzhi, Yuliya Solntseva, Nikolai Batalov, Vera Orlova, Pavel Pol, Aleksandra Peregonets...
Información suplementaria
Otros datos: Dirección artística:
Sergei Kozlovsky y V. Simonov
Vestuario:
Alexandra Exter
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Yakov Protazanov (1924)

La película:

Advertimos al posible espectador de que Aelita no se trata de una película fácil de ver. Es larga y con frecuencia aburrida, sobre todo en la primera hora durante la cual se presentan y desarrollan los personajes.

En realidad, su inclusión dentro del género de la ciencia ficción también hay que hacerla con prevención. Sí que es cierto que narra un hipotético viaje a Marte y el encuentro con sus habitantes, pero es igualmente evidente que dentro de la película tiene mucho más peso la historia de celos entre el protagonista y su joven esposa y que ideológicamente es en su mayoría un vehículo propagandístico de las ideas de la revolución soviética.

El argumento:

Los es un joven ingeniero, casado con Natasha, ambos están muy enamorados. Corre el mes de diciembre de 1921 y Natasha trabaja en el centro de control y acogida de los refugiados y combatientes que están luchando por la creación de las repúblicas socialistas.

Un misterioso mensaje, "Anta Odeli Uta", radiado por todo el mundo y que nadie consigue descifrar, obsesiona a Los, que empieza a creer que ha sido enviado desde Marte. Sumiéndose cada vez más en la paranoia, terminará por creer que su mujer le engaña con Ehrlich, un corrupto, antiguo hombre rico, que es capaz de robar azúcar a la revolución, incitar a su mujer a embaucar a un enamorado para sacarle sus joyas y hacer estraperlo con ellas.

Esta historia se desarrollará durante más de una hora en medio de un continuo bombardeo de propaganda. La ausencia de sonido y el exagerado maquillaje y actuar de los personajes, propio de la época, hace que el espectador moderno considere todo ello desfasado y aburrido.

Interés histórico:

Su mayor interés es el documental, pues en cierta forma es una visión de los acontecimientos de aquella época, desde una perspectiva que nos ha llegado con muy escasa frecuencia a los occidentales. El maniqueísmo de todas las escenas es llamativo por su sencillez, casi candidez.

Cuando el ingeniero Los por fin empieza a construir su nave y viaja con ella a Marte, por fin empieza a moverse la historia y casi termina por enganchar, con las decadentes intrigas palaciegas de la reina Aelita y el surgimiento casi espontáneo de la revolución obrera, cuya semilla ha sido transportada por el valeroso Gusev, alegre soldado de las revoluciones soviéticas.

El final, lamentablemente, de tan convencional es decepcionante y deja constancia de que las sociedades europea y soviética de aquella época eran sustancialmente idénticas, aunque ideológicamente divergentes.

En conclusión, una película interesante para su estudio dentro de la historia del propio cine, y en menor medida dentro de la historia de la ciencia ficción.

Prensa y propaganda:

Las críticas en la prensa rusa no fueron muy buenas. Algunos periódicos (Kinonedelya) pidieron que se pusiera bajo vigilancia a los guionistas y al actor que hacía de burgués, aunque otros más serios como Pravda, más interesados en la película, lamentaban que su intención de contentar indujera al director a un final tan mediocre.

Sin embargo, el éxito de público fue arrollador, en gran medida gracias a la campaña de propaganda previa que consistió en al publicación desde el 19 de septiembre en Pravda y Kinogazeta de una aparente noticia que indicaba que se estaba recibiendo constantemente por todo el mundo un mensaje misterioso, "Anta Odeli Uta". Finalmente, se explicaba que la señal había sido descifrada y que si se quería saber lo que significaba debía acudirse al Ars Cinema el 30 de septiembre. Para la ocasión, la sala fue decorada con estatuas gigantescas de Aelita y de Tuskub, regente de Marte.

Este dato acerca de la campaña mediática sin duda es un detalle importante para adentrarse en el inicio de la obra correctamente.

Conexiones con Metrópolis:

Habitualmente se relaciona Aelita con el mucho más famoso trabajo de Fritz Lang de 1927, Metrópolis. Obviamente, ambas tienen numerosos puntos en común, pero no es tan claro que la película soviética influenciara el trabajo del alemán.

En cuanto al argumento, el Marte de Protazanov y Tolstoy se puede parecer a la sociedad clasista de Lang, con una masa trabajadora sometida en esclavitud a los dirigentes. Pero Metrópolis tiene muchos otros matices que no aparecen en ésta y, sobre todo, hace una descripción mucho más minuciosa y desgarrada de la situación de los esclavos. Eso no quiere decir que Aelita no posea también sus puntos fuertes en este aspecto, como la muy remarcable escena en la que se mete en cámaras frigoríficas a un tercio de la fuerza trabajadora, como si se tratara de objetos o ganado.

Ambas películas son deudoras de su época, lo que se hace evidente en sus decorados y diseño de producción, y Metrópolis debe bastante de su diseño estético al constructivismo ruso.

En conclusión, no se trata de una influencia directa de Aelita sobre Metrópolis, sino de una influencia general del diseño soviético y del cine de esa época sobre ambas.