Diferencia entre revisiones de «Discusión:Distopía»

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Una '''distopia''' es un [[Escenarios|escenario]] aparentemente [[utopía (Término)|utópico]] o resultado de una tendencia o innovación aparentemente utópica que, sin embargo, esconde aspectos no deseables.
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En general, las distopías critican una tendencia de parte de la sociedad o de todo su conjunto hacia algún rasgo o planteamiento aparentemente utópico (sea político, científico o tecnológico), pero que se ha tergiversado y apartado de su proposición inicial.
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Es decir, son obras [[Ciencia ficción especulativa|especulativas]] que pretenden alertar acerca de los peligros que el autor observa en su sociedad. En [[ciencia ficción]], las premisas planteadas ([[novum]]) pueden llevar a una o a otra (utopía o distopia), y suele ser la intención del autor ahondar en sus similitudes y diferencias, mover a la reflexión sobre estos peligros encubiertos. Es un género que persigue el efecto prospectivo, por lo tanto, y uno de las más prestigiosas aportaciones de la ciencia ficción a la literatura general.
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=== Tipos generales de distopía: ===
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Planteada como la denuncia de una aparente utopía, se pueden identificar dos tipos generales de distopía, según se critique un determinado sistema de organización social o bien se analice las influencias (negativas) que una innovación instrumental (ciencia o tecnología) pueda tener sobre dicha organización social.
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En el primer tipo, una distopía tradicional, existe una minoría dominante que puede vivir en la opulencia a costa de una inmensa mayoría que suele sufrir pobreza u opresión. Si la distopía está adecuadamente encubierta (por ejemplo y con frecuencia, gracias a la propaganda de quienes ostentan el poder), la sociedad aparenta estar ausente de fricciones, los gobernantes parecen benévolos y los gobernados felices. Es el caso de [[Un mundo feliz]], cuyos aspectos distópicos pueden llegar a ser difíciles de apreciar incluso para el propio lector.
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Con frecuencia, el autor subraya los aspectos más negativos hasta casi hacer desaparecer las premisas pretendidamente utópicas, bien para hacer más evidente la crítica ([[1984 (Libro)|1984]] , [[George Orwell]], 1949 )o bien por la adopción de las marcas externas del género para la creación de una obra fundamentalmente destinada al entretenimiento ([[Elysium]], Neill Blomkamp, 2013).
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Sin embargo, en esta [[Sociedades en la ciencia ficción|sociedad]] el discurso imperante es el de la clase privilegiada, cuya propaganda es omnipresente y pretende convencer a la mayoría oprimida de que el mundo en el que viven en una utopía, en el mejor mundo posible.
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La segunda forma de distopía es la derivada de la perversión en el uso de unos desarrollos [[Ciencia|científicos]] o [[Tecnología|tecnológicos]] que aparentemente deberían haber traído un mayor bienestar. Aquí no hay un evidente discurso dominante que afirme que la sociedad es utópica. Pero aparentes mejoras, como la tecnificación de la sociedad, que podría favorecer las relaciones interpersonales, mejorar la fluidez comercial u otros innumerables beneficios en cualquier área imaginable (lo que sería una utopía) han derivado en una progresiva alienación del individuo e incluso una herramienta de control y sometimiento al servicio de aquellos grupos que controlen la tecnología (lo que es una distopía).
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En cierto modo, y atendiendo a la estrecha interrelación entre sociedad y tecnología, esta segunda forma de distopía que parece focalizar su crítica en aspectos extrínsecos a la sociedad, es también una crítica social que cumple todas las características de la distopía que hemos dado en llamar tradicional: Existe una clase dominante que es la que domina la tecnología. Existe un discurso utópico según el cual el uso de la tecnología es beneficioso para el conjunto de la sociedad. Y existen efectos no deseables para quienes no poseen el dominio de la tecnología, como pueden ser la alienación personal, la segregación de la sociedad, injusticia, pobreza...
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Un ejemplo muy claro lo tenemos en la magnífica película [[Gattaca]] (Andrew Niccol, 1997). La tecnología que se cuestiona es la manipulación genética. Sus aparentes beneficios son evidentes (mejorar la calidad y expectativa de vida y un largo etcétera) y el conjunto de la sociedad acepta este discurso sin cuestionarlo. Pero quienes no han podido acceder a dicha tecnología (caso del protagonista) resultan relegados en sus funciones en la sociedad.
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Es el subgénero del ciberpunk el que más ha ahondado en este tipo de distopía, dado que una de sus características como género es la interpretación de la tecnología como factor alienante. Sin embargo, es fácil identificar una vez más el esquema de la distopía clásica. Especialmente si se tiene en cuenta que la crítica que se realiza no está dirigida a la tecnología (como pudiera parecer en una lectura superficial) sino a la propia organización social, donde el poder económico y tecnológico prevalece sobre las nociones de justicia o igualdad. El ciberpunk, al menos en sus orígenes, es una crítica a la supuesta utopía capitalista cuya premisa es que el mercado se autorregula para mayor beneficio de la sociedad.

Revisión de 10:49 2 jul 2014

Internet dentro de crítica política:

Se menciona internt dentro de la distopí política, pero a mi juicio sería más correcto hacerlo dentro de la tecnológica.

De hecho, no entiendo muy bien qué tiene que ver La red con una distopía. No he visto la película, pero creo entender que se trata más de un thriller que de un vehículo para la crítica. Quizás, se pudiera mencionar dentro de los peligros de la tecnología, aunque me parece una obra menor y existen muchos ejemplos superiores en cuanto a calidad y agudeza.

--Venom 16:06 6 mar, 2011 (CET)

Artículo:

Un artículo interesante sobre qué es una distopía.

http://literaturaenlostalones.blogspot.com.es/2013/07/el-nombre-de-la-cosa.html

--Vendetta 12:08 24 jul 2013 (CEST)

Da gusto leer a gente con las ideas clara.

Me quedo con esta frase del propio Kaplan sacada de los comentarios:

"La distopía nace como antítesis de la utopía, y crece bajo esa premisa. Si no hay utopía aparente, si no hay un enmascaramiento gubernamental que la venda como tal, no hay en correspondencia distopía."

De hecho, aunque nuestra propuesta de definición va por ese camino, creo que su argumento es muy clarificador, más definitorio, y propongo modificar esos párrafos iniciales para contenerlo.

--Venom 21:00 25 jul 2013 (CEST)

He modificado los primeros párrafos profundizando en esa idea. Ya estaba apiuntada, pero creo que ahora es más claro.

Por cierto, surgió el debate de que el ciberpunk no era distopía, ya que no había una clase dominante que intentara vender las bondades de dicha sociedad y, sin embargo, creo que estamos de acuerdo en que el ciberpunk sí es una distopía.

Creo que es fácil conciliar ambas ideas. Es cierto que no es es una distopía clásica en el sentido de que no hay una clase dominante, pero sí ha habido una serie de avances tecnológicos que se han pretendido vender como utópicos y no lo han sido. Uno de los párrafos del encabezamiento lo expresa ssí claramente.

Es decir, una distopía es una utopía pervertida, una falsa utopía, bien porque el mensaje que se vende a la sociedad desde la clase dominante es falso (1984), bien porque se he desembocado en ella siguiendo una aparente mejora que no ha sido tal (ciberpunk). Sin embargo, los escenarios apocalípticos no son distopías porque a nadie le pueden vender que un apocalipsis zombi es una mejora... (aunque nuestros politicos se estén esforzando en hacer tambalearse esta afirmación).

Así pues, una distopía no es lo contrario a una utopía (un escenario apocalíptico es lo contrario a una utopía y no es una distopía), sino una utopía pervertida, bien porque esta utopía es el mensaje pervertido de una clase dominante, bien por haberse pervertido una meta aparentemente utópica.

--Vendetta 12:28 28 jun 2014 (CEST)

No me convence mucho el segundo párrafo. En realidad, no creo que añada información, apenas un matiz de lo dicho antes y después.

Por cierto, me parece interesante intentar redactar un apartado: Distopías en la realidad.

Por una parte, es el esquema que hemos seguido en otros artículos. Ya sé que normalmente se refieren a avances técnicos, pero ¿por qué no también buscar esta espectacularidad con la realidad en temas como las distopías, las utopías, incluso los desastres y pequeños apocalipsis?

En concreto, para distopías, creo que tenemos terreno abonado. Apariencias de democracia, distopías capitalistas, etc. Sería muy didáctico de cara a mostrar como la literatura distópica ha tomado como modelo a la realidad y como la ciencia ficción ha aportado una manera de afrontar la crítica a la sociedad.

--Venom 15:01 30 jun 2014 (CEST)

Como ya nos ha pasado otras veces, hay algo que no termina de encajar cuando en un artículo de calado pasamos de la primera versión, basada en nuestra intuición, a una segunda versión mucho más sistematizada. Intentó resolverlo con una propuesta de cambio de estructura.

--Venom 11:48 2 jul 2014 (CEST)

Propuesta de reforma del artículo:

Una distopia es un escenario aparentemente utópico o resultado de una tendencia o innovación aparentemente utópica que, sin embargo, esconde aspectos no deseables.

En general, las distopías critican una tendencia de parte de la sociedad o de todo su conjunto hacia algún rasgo o planteamiento aparentemente utópico (sea político, científico o tecnológico), pero que se ha tergiversado y apartado de su proposición inicial.

Es decir, son obras especulativas que pretenden alertar acerca de los peligros que el autor observa en su sociedad. En ciencia ficción, las premisas planteadas (novum) pueden llevar a una o a otra (utopía o distopia), y suele ser la intención del autor ahondar en sus similitudes y diferencias, mover a la reflexión sobre estos peligros encubiertos. Es un género que persigue el efecto prospectivo, por lo tanto, y uno de las más prestigiosas aportaciones de la ciencia ficción a la literatura general.

Tipos generales de distopía:

Planteada como la denuncia de una aparente utopía, se pueden identificar dos tipos generales de distopía, según se critique un determinado sistema de organización social o bien se analice las influencias (negativas) que una innovación instrumental (ciencia o tecnología) pueda tener sobre dicha organización social.

En el primer tipo, una distopía tradicional, existe una minoría dominante que puede vivir en la opulencia a costa de una inmensa mayoría que suele sufrir pobreza u opresión. Si la distopía está adecuadamente encubierta (por ejemplo y con frecuencia, gracias a la propaganda de quienes ostentan el poder), la sociedad aparenta estar ausente de fricciones, los gobernantes parecen benévolos y los gobernados felices. Es el caso de Un mundo feliz, cuyos aspectos distópicos pueden llegar a ser difíciles de apreciar incluso para el propio lector.

Con frecuencia, el autor subraya los aspectos más negativos hasta casi hacer desaparecer las premisas pretendidamente utópicas, bien para hacer más evidente la crítica (1984 , George Orwell, 1949 )o bien por la adopción de las marcas externas del género para la creación de una obra fundamentalmente destinada al entretenimiento (Elysium, Neill Blomkamp, 2013).

Sin embargo, en esta sociedad el discurso imperante es el de la clase privilegiada, cuya propaganda es omnipresente y pretende convencer a la mayoría oprimida de que el mundo en el que viven en una utopía, en el mejor mundo posible.

La segunda forma de distopía es la derivada de la perversión en el uso de unos desarrollos científicos o tecnológicos que aparentemente deberían haber traído un mayor bienestar. Aquí no hay un evidente discurso dominante que afirme que la sociedad es utópica. Pero aparentes mejoras, como la tecnificación de la sociedad, que podría favorecer las relaciones interpersonales, mejorar la fluidez comercial u otros innumerables beneficios en cualquier área imaginable (lo que sería una utopía) han derivado en una progresiva alienación del individuo e incluso una herramienta de control y sometimiento al servicio de aquellos grupos que controlen la tecnología (lo que es una distopía).

En cierto modo, y atendiendo a la estrecha interrelación entre sociedad y tecnología, esta segunda forma de distopía que parece focalizar su crítica en aspectos extrínsecos a la sociedad, es también una crítica social que cumple todas las características de la distopía que hemos dado en llamar tradicional: Existe una clase dominante que es la que domina la tecnología. Existe un discurso utópico según el cual el uso de la tecnología es beneficioso para el conjunto de la sociedad. Y existen efectos no deseables para quienes no poseen el dominio de la tecnología, como pueden ser la alienación personal, la segregación de la sociedad, injusticia, pobreza...

Un ejemplo muy claro lo tenemos en la magnífica película Gattaca (Andrew Niccol, 1997). La tecnología que se cuestiona es la manipulación genética. Sus aparentes beneficios son evidentes (mejorar la calidad y expectativa de vida y un largo etcétera) y el conjunto de la sociedad acepta este discurso sin cuestionarlo. Pero quienes no han podido acceder a dicha tecnología (caso del protagonista) resultan relegados en sus funciones en la sociedad.

Es el subgénero del ciberpunk el que más ha ahondado en este tipo de distopía, dado que una de sus características como género es la interpretación de la tecnología como factor alienante. Sin embargo, es fácil identificar una vez más el esquema de la distopía clásica. Especialmente si se tiene en cuenta que la crítica que se realiza no está dirigida a la tecnología (como pudiera parecer en una lectura superficial) sino a la propia organización social, donde el poder económico y tecnológico prevalece sobre las nociones de justicia o igualdad. El ciberpunk, al menos en sus orígenes, es una crítica a la supuesta utopía capitalista cuya premisa es que el mercado se autorregula para mayor beneficio de la sociedad.