El planeta de los simios (1968)

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Una magnífica película con una fama más que justificada.

La secuencia inicial muestra a George Taylor, capitán de una nave espacial norteamericana, fumando en la espaciosa cabina de mando antes de introducirse en la cápsula para dormir el resto del viaje. Taylor comenta que la nave vuela a velocidades cercanas a la luz, por lo que la teoría del doctor Hansley (¿nos encontramos en un universo paralelo en el que el trabajo de Einstein fue realizado en realidad por ese tal Hanley?) indica que en al Tierra han pasado 700 años, mientras que en la nave han pasado seis meses. Según el temporizador que nos muestra la cámara, eso quiere decir que la nave partió de cabo Cañaveral el 14 de enero de 1972. teniendo en cuenta que la película es de 1968, cuando apenas se había conseguido llegar a la Luna, realmente debemos suponer que nos encontramos en un universo paralelo mucho más avanzado en el que la humanidad ha dominado los principios básicos del viaje espacial décadas (o siglos) antes que nosotros.

La siguiente secuencia se trata ya del aparatoso aterrizaje en un lago. Antes de abandonar la nave, Taylor hecha un vistazo al temporizador y descubre que han despertado el 25 de noviembre de 3978. Debido a la premura no pueden salvar los equipos antes de que la nave se hunda, por lo que no pueden comprobar dónde se encuentran exactamente, aunque entre ellos especulan que posiblemente sea un planeta cercano a Sirio. Con víveres para pocos días, los tres supervivientes han de iniciar inmediatamente la búsqueda de agua y comida si quieren sobrevivir.

Tras atravesar un desierto, encuentran un lago de agua potable y allí, para su sorpresa, descubren a otros seres de apariencia humana, pero de costumbres muy primitivas, ni siquiera tienen lenguaje. Aún pasmados por el descubrimiento, de repente cae sobre ellos una batida de caza de otros seres de apariencia simiesca que empiezan a hacer una carnicería con cuanto humano se cruza en su camino, cazándolos sistemáticamente.

Comienza así las peripecias de Taylor en medio de una cultura similar a la humana, con reducida tecnología, gobernada pro simios de diferentes clases.

Inicialmente los simios que lo examinan le encuentran curioso, extrañamente inteligente; pero debido a una herida en al garganta, Taylor no puede hablar para demostrar su superior intelecto. Es quizás de lamentar que los bienintencionados simios se topasen con el limitado Charlton Heston como mejor exponente del hombre civilizado. Sus modales trogloditas y su incapacidad para hacerse comprender siquiera gestualmente (recordemos la limitaciones expresivas del bueno de Charlton) tienen como consecuencia que se demore mucho la conclusión por parte de nadie de que efectivamente se encuentran ante un ser dotado de inteligencia, aunque no de modales.

La película se desarrolla con al consabida huida de Taylor ayudado por un par de chimpancés, Zira y Aurelio.

El final, no por conocido, deja de ser magnífico, con las ruinas de la estatua de la libertad mostrando al bruto de Taylor/ Heston que el doctor Zaius tenía sus razones para no fiarse de los humanos.

Secuelas y adaptaciones:

Esta magnifica película en la que incluso Heston hace un papel decente fue continuada por las no tan brillantes ni famosas Regreso al planeta de los simios y

En 2001 Tim Burton realizaría también una nueva adaptación de la obra original, con mucho menos acierto.