La última lección sobre Cisneros
| La última lección sobre Cisneros | |
|---|---|
| Autor: | Gabriel Bermúdez Castillo |
| Otros títulos: | |
| Datos de primera publicación(1): | |
| Título original: | La última lección sobre Cisneros |
| Revista o libro: | Llorad por nuestro futuro |
| Editorial: | |
| Fecha | Fecha desconocida de 1978 |
| Publicación en español: | |
| Publicaciones(2): | Llorad por nuestro futuro Historia y antología de la ciencia ficción española (2014) |
| Otros datos: | |
| Saga: | |
| Premios obtenidos: | |
| Otros datos: | |
| Fuentes externas: | |
| Tercera Fundación | Ficha |
| ISFDB | Ficha |
| Otras fuentes | |
| Notas: | |
|
| |
Gabriel Bermúdez Castillo (1978)
Las premisas:
El relato plantea un futuro en el que se han establecido colonias en el pasado con el fin de explotar sus recursos en el Presente (una idea similar a la del relato Mozart con gafas de espejo de Bruce Sterling y Lewis Shiner, publicado en 1985). Con el fin de no alterar la historia estas colonias deben separarse cincuenta mil años entre ellas.
La protagonista es maestra en una de estas colonias, situada en el pérmico medio. Sin embargo, debido a un error administrativo dos colonias fueron establecidas demasiado cerca cronológicamente y una de ellas debe ser desmantelada; obviamente, la de la protagonista. Esto produce un intento de rebelión entre los miembros de la colonia. El Presente es un lugar superpoblado y contaminado en el que escasean los recursos, mientras que el pérmico es un lugar en el que es posible una vida sencilla, sin lujos, pero plena y cómoda.
El relato:
El relato está separado en dos partes claramente diferenciadas: la primera en la colonia del pérmico, la segunda en el Presente distópico.
El estilo, simple y sencillo, ha envejecido bien a excepción de un par de pasajes en los que las exclamaciones políticas de alguno de los personajes resultan forzadas y un poco incongruentes. Sin embargo, una de estos comentarios en boca de un personaje del Presente nos permite entrever una velada crítica a la religión, y es que la situación del Presente es debida a la falta de control de natalidad, fruto de las prohibiciones religiosas, lo que recuerda a ¡Hagan sitio, hagan sitio! (Harry Harrison, 1966).
Debido a su brevedad los personajes son apenas esbozados con unas pocas pinceladas, a excepción de la protagonista, que es dibujada con detalles creíbles.
Se trata, en definitiva, de un relato muy recomendable que adelanta el salto que la ciencia ficción española iba a dar en los años '80.
