La Tierra contra los platillos volantes

De Alt64-wiki, la enciclopedia libre.
Revisión de 11:30 24 sep 2007 por 213.98.89.233 (Discusión)

(dif) ←Older revision | view current revision (dif) | Newer revision→ (dif)
Saltar a: navegación, buscar

Fred F. Sears (1956)

Sinopsis:

Director: Fred F. Sears
Productores: Sam Katzman y Charles H. Schneer
Guión: Curt Siodmak, George Worthing Yates y Bernard Gordon basado en el libro de Donald E. Keyhoe
Fotografía: Fred Jackman Jr.
Música: Mischa Bakaleinikoff
Dirección artística: Paul Palmentola
Reparto: Hugh Marlowe, Joan Taylor, Donald Curtis, Morris Ankrum, John Zaremba

La película:

Por el título, podríamos sospechar que nos encontramos con otra película de serie B que en la década de los cincuenta aprovechaba el tirón de la ciencia ficción pulp siguiendo la estela de la magnífica Ultimatum a la Tierra. Pero en absoluto nos encontramos con una mala película sino, antes bien, ante una obra que ha sido referencia ineludible en producciones posteriores.

Su argumento es relativamente sencillo: Estados Unidos comienza a desarrollar un programa espacial de satélites artificiales, pero desafortunadamente, una y otra vez se pierde el contacto con los objetos en órbita. Pronto, esto termina relacionándose con los cada vez más frecuentes avistamientos de platillos volantes, el fenómeno OVNI al que inicialmente se trata de dar una explicación racional hasta que se hace obvio que son extraterrestres con intenciones hostiles.

No tarda en producirse una demostración de fuerza que deja clara la superioridad tecnológica de los invasores. Aún así, los Estados Unidos no se rinden y consiguen un poco de tiempo para desarrollar, casi a partir de la nada, un nuevo tipo de arma que acabará con ellos.

En principio, no parece diferir en modo alguno de la deplorable Independence Day y sin embargo no se puede decir que ambas se parezcan más que un mono a un profesor de universidad.

Como siempre, la ausencia de efectos especiales induce inevitablemente a que tanto el director como los actores tengan que esmerarse por no poder contar con la benevolente y sobre utilizada ayuda de los programadores informáticos para suplir sus carencias. Pero por encima de estas contribuciones (hay que reconocer que también muy relativas) está la inteligente concepción del guión para la gran pantalla, que aprovecha sabiamente los recursos con los que cuenta para dar realismo a la historia: imágenes reales son retocadas para ser añadidas a la película sin perder continuidad en el lenguaje fotográfico gracias a la artimaña de ambientarlo todo como si de un documental se tratara.

Hay que señalar entre los efectos especiales la persistencia de la rigidez de los trajes espaciales de los alienígenas, muy similares al robot de la ya mencionada Ultimatum a la Tierra o de la menos exitosa Los invasores de otros mundos.

También resulta chocante la escasa protocolización de las amenazas en aquella época, y si algo nos resulta especialmente increíble es que los militares dejaran escapar detalles y cabos sueltos y abordaran una invasión extraterrestre casi en una charla común e improvisada. Esto hace que nos preguntemos si la película es un fiel reflejo de esa realidad, en aquel entonces, o reflejaba más bien el desconocimiento del guionista del mundo que trataba.

De encontrarnos en el primer caso, eso nos daría una buena medida de lo mucho que ha cambiado el mundo en estos años, más allá de la superficialidad de los avances tecnológicos.


Premios:

Obtuvo en 1967 el Golden Reel a la mejor edición de sonido. No en vano, el arma definitiva contra los invasores es un generador de ultrasonidos.