Las voces del tiempo (Relato)

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Las voces del tiempo (Relato)
Autor: J.G. Ballard
Otros títulos:  
Datos de primera publicación(1):
Título original: The Voices of Time
Revista o libro: New Worlds Science Fiction, #99
Editorial: Nova Publications
Fecha Octubre de 1960
Publicación en español:
Publicaciones(2): Las voces del tiempo (Antología 1962)
Las voces del tiempo (Antología 1984)
Antología de ciencia ficción
Cuentos completos
Otros datos:
Saga:
Premios obtenidos:
Otros datos:
Fuentes externas:
Tercera Fundación Ficha
ISFDB Ficha
Otras fuentes  
Notas:

  1. De la presente variante. Puede haber variantes anteriores. Consultar la fuente externa para ampliar información.
  2. Publicaciones en español las que la presente variante ha aparecido. Puede haber otras publicaciones de esta misma u otras variantes. Consultar la fuente externa para ampliar información.

J.G. Ballard (1960)

Las voces del tiempo es un relato largo de ciencia ficción de temática afín a los escenarios apocalípticos, si bien el desastre -como suele ser habitual en Ballard- se presenta de una manera lenta, sobrevenida.

Sinopsis:

Powers es un neurocirujano que parece estar organizando su retiro. Una nueva patología está empezando a surgir por todo el mundo, la narcosis: aquellos individuos que la desarrollan van, progresivamente, disminuyendo su tiempo de vigilia sin que se pueda hacer nada y Powers es uno de los afectados.

Sus últimos experimentos, paralelos a los un colega teratólogo que se suicidó antes de alcanzar el punto terminal de la narcosis, dieron como resultado un individuo, Kaldren, que es incapaz de dormir; pero han resultado en un fiasco al constatar que la psique necesita este periodo de desconexión para mantener la estabilidad.

El relato:

Como es habitual en Ballard, la historia se nos presenta casi completa, a la espera apenas de un desenlace en la que el protagonista tiene poco o nada que hacer. El lector es confrontado con un escenario que le parece convencional -rutinas de trabajo, conversaciones- pero en los que se cuela una sutil extrañeza que se acrecienta a medida que se va descubriendo el mundo creado.

Poco a poco, todos los detalles van conformando una realidad notablemente alterada: el hombre ha llegado a la Luna -se deduce que estamos en un futuro no muy lejano- y allí ha sido recibido por seres extraterrestres, de Orión, que nos han comunicado que desistamos de explorar la galaxia, porque llegamos ya muy tarde. El escenario nos sugiere también algún otro tipo de desastre: los especímenes mutados proliferan -cactus dorados, ranas con caparazón- y primero se nos sugiere, y luego se nos confirma, que esto es debido a un aumento de la radiación producto de una guerra nuclear. Pero este aspecto parece tener poca relevancia dentro del contexto. El nóvum que dinamiza la trama es en realidad una teoría genética según la cual algunos individuos en casi todas las especies poseen algunos genes silenciados que se expresarían por fin en un ambiente rico en radiación.

Dada la época en que fue escrito el relato, existe cierta confusión y desactualización acerca de cómo se podría conseguir la manipulación genética que se describe. Ballard utiliza el método más tradicional y primitivo de la irradiación y sugiere maneras de hacer esta irradiación más precisa, de manera coherente con los conocimientos de la época. Pero lo que sí resulta chocante, por su falta de rigor científico, es el propio nóvum, que contradice en gran medida cómo funciona la evolución, mediante mutación aleatoria y selección natural. Tener un conjunto de genes silenciados listos para ser activados en el momento en el que el entorno lo requiera parece sugerir que la evolución va dirigida hacia algún fin -idea que se repite en el relato- cuando no es así.

Ballard podría haber salvado este escollo indicando que estos genes fueron desarrollados en un pasado en el que la Tierra recibía más radiación -por ejemplo, por no contar con una atmósfera con ozono- y que al cambiar el ambiente, estos genes se silenciaron y se heredaron al no suponer una carga.

En cualquier caso, el escenario planteado es inquietante, nada complaciente con el ser humano y con su irrelevante papel en el conjunto del universo, lo que lo aleja definitivamente de la ciencia ficción clásica y anticipa el movimiento de la nueva ola y la futura literatura de Ballard.