Los mil sueños de Stellavista
Los mil sueños de Stellavista | |
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Autor: | J.G. Ballard |
Otros títulos: | |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | The Thousand Dreams of Stellavista |
Revista o libro: | Amazing Stories #45 |
Editorial: | Ziff-Davis Publishing Company |
Fecha | Marzo de 1962 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Vermilion Sands Cuentos completos |
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Saga: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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J.G. Ballard (1962)
Los mil sueños de Stellavista es un relato ambientado en la ciudad ficticia de Vermilion Sands, una especie de ciudad vacacional en la que sus habitantes se dedican a pasar el tiempo ociosamente.
Sinopsis:
Talbot es un joven abogado que se acaba de mudar a Vermilion Sands con su esposa Fay con el objetivo de abrir un bufete que se nutra de las viejas glorias que aún habitan en la ciudad vacacional. Vermilion ha entrado en decadencia y la mayoría de las antiguas estrellas del arte y del cine la han abandonado, dejando detrás una amplia oferta de casas psicotrópicas.
Pese a las objeciones de Fay, Talbot decide comprar la antigua casa de Gloria Tremaine, una ya difunta estrella de cine a la que Talbot ayudó a defender en un juicio por asesinato. Talbot está obsesionado con la figura de Gloria, y la casa almacena en sus bancos de memoria ecos del carácter de la actriz que la habitó.
El relato:
En esta ocasión Ballard aborda las posibilidades de una arquitectura nueva y el novum de la obra es la creación de casas que se adaptan al estado de ánimo de sus habitantes y que incluso reflejan la personalidad de sus antiguos inquilinos, lo que las confiere pedigrí. Superficialmente, este artefacto narrativo permite a Ballard adentrarse en terrenos más propios de la fantasía y las casas encantadas. Pero, como es de prever, la intención del autor no es hacer una mera traslación de motivos y temas, sino proponer un estudio de hacia dónde nos está llevando la tecnología, cada vez más omnipresente, y sus posibilidades tanto para potenciar como para adulterar el arte y la vida cotidiana.
Como siempre, Ballard resulta magnífico a la hora de presentar un escenario provocador pero inserto en una versión del presente casi hiperrealista, lo que crea una curiosa disonancia pensada para provocar la reflexión especulativa. Aunque las casas psicotrópicas parecen una posibilidad extravagante, el uso de la cotidianeidad, de personajes completamente normales, la aportación de detalles de textura y contexto, crean un pacto de ficción eficaz que consigue superar los aspectos más fantásticos o surrealistas.
Así, las páginas iniciales introducen este escenario sin prisa, acompañando al lector en el descubrimiento de lo que son las casas PT a través del proceso de visita por parte del matrimonio, lo que permite introducir detalles sobre la historia de esta tecnología, inteligentemente entreverada con alusiones a personajes y corrientes arquitectónicas reales, como Frank Lloyd Wright. Por otra parte, aunque la historia del matrimonio resulta esencial para el progreso de la historia, lo cierto es que, como es habitual en Ballard, su desarrollo como personajes es marginal.