R.U.R. (Robots Universales de Rossum)

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R.U.R. (Robots Universales de Rossum)
Autor: Karel Capek
Otros títulos: r. u. r. (robots universales de reason)
RUR: Robots Universales Rossum
R.U.R.: Robots Universales Rossum
Datos de primera publicación(1):
Título original: Rossumovi univerzální roboti
Revista o libro: Rossumovi univerzální roboti
Editorial: Aventinum
Fecha Fecha desconocida de 1920
Publicación en español:
Publicaciones(2): R.U.R. (Robots Universales de Rossum)
Otros datos:
Saga:
Premios obtenidos:
Otros datos:
Fuentes externas:
Tercera Fundación [{{{URL-3F}}} Ficha]
ISFDB [{{{URL-ISFDB}}} Ficha]
Otras fuentes {{{URL-OtrasFuentes}}}
Notas:

  1. De la presente variante. Puede haber variantes anteriores. Consultar la fuente externa para ampliar información.
  2. Publicaciones en español las que la presente variante ha aparecido. Puede haber otras publicaciones de esta misma u otras variantes. Consultar la fuente externa para ampliar información.

Karel Capek (1920)

R.U.R. es un caso raro dentro de la ciencia ficción: una obra de teatro, un medio que, por lo general ha prestado poca atención al género (tal vez porque los sesudos intelectuales que llenan las salas no consideran que un género en el que pueden aparecer robots o naves espaciales sea digno de su atención).

Escrita en 1920, la obra fue estrenada el 25 de enero de 1921 en el Teatro Nacional de Praga.

La historia:

La historia plantea una fábrica de robots que inunda el mercado con sus productos. La intención es reducir los costes de producción y liberar al ser humanos de la carga del trabajo. El resultado, por supuesto, es otro.

Así, tras un primer acto claramente humorístico, nos encontramos con un segundo y tercer actos ambientados diez años después del anterior y en los que los robots son empleados por los países como soldados (obviamente los robots de R.U.R. no han sido provistos de las tres leyes de la robótica). Pronto los robots se sublevan y acaban con la especie humana, excepto uno de los empleados de la fábrica.

El último acto, un epílogo, muestra a una pareja de robots que desarrollan alma dando lugar a lo que será un nuevo mundo (a modo de Adan y Eva).

La palabra "robot":

La palabra "robota" significa en checo "trabajo monótono, duro" o "servidumbre". El termino le fue sugerido a Karel Capek por su hermano Josef, quien en un relato anterior (Opilec -El borracho-, 1917) ya había introducido el término autómata (automat), con significado similar.

Curiosamente, los robots de R.U.R. son seres orgánicos más parecidos a los replicantes de Blade Runner que a los seres mecánicos de las historias de Asimov.

Las premisas:

Resulta muy interesante hacer notar la premisa principal que permite a Capek justificar sus robots orgánicos. Según Rossum (el genio creador de los robots):

"La Naturaleza no ha encontrado más que una forma de organizar la materia viva. Hay, sin embargo, otro método más simple, más flexible y más rápido en el que la Naturaleza aún no ha pensado."

Este "otro método" de ordenar la materia viva haría las delicias de los biólogos actuales, que buscan en Marte indicios de vida diferente de la terrestre. Capek no tenía estudios específicos de biología y sus pretensiones pueden ser más afines a la alquimia y la elucubración filosófica sobre el origen de la vida que impregna otras obras de finales del siglo anterior, como la de Mary W. Shelley.

El hombre que imita a Dios y el fruto de su delirio:

Los robots de Rossum parecen humanos, pero han sido creados como máquinas. los mismos personajes de la obra parecen tener sentimientos enfrentados. Veamos, por ejemplo, dos extractos de la obra:

FABRY: Perdone. Pero dígame cuál es el verdadero fin de su Liga... la Liga de la Humanidad.
ELENA: Su verdadero fin es proteger a los robots y garantizar que se les de un buen trato.
FABRY: No es un mal fin. Una máquina debe ser tratada adecuadamente. Apruebo eso. No me gustan los artículos deteriorados. (...)
ELENA: No, ustedes no me han entendido. Lo que nosotros queremos es liberar a los robots.
(...)
HELMAN: Nada en particular. De vez en cuando parecen estar fuera de sí. Algo parecido a la epilepsia, ¿sabe? (...) Evidentemente es alguna avería en el mecanismo.
ELENA: No, no, es el alma.
HELMAN: ¿Cree usted que el alma se hace visible en el rechinar de dientes?

Esto parece llevarnos de nuevo a los dilemas de Frankenstein, o Blade Runner; la rebelión de los robots parece recordar a La isla del doctor Moreau. Más aún si tenemos en cuenta que el final compara explicitamente a los dos nuevos robots "con alma" a Adan y Eva, con el último humano recitando textualmente pasajes del Génesis.

Metáforas políticas:

Sin embargo, lo anterior sería una lectura equivocada o, cuando menos, incompleta. En 1920 la revolución soviética del '17 estaba todavía reciente. Las hordas de robots esclavizados para servir a una elite que se beneficia de su trabajo y que se sublevan contra sus amos es una metáfora bastante clara.

La motivación queda explícitamente declarada en el mismo diálogo de los actores:

DOMIN: (...) Quería que el hombre se convirtiera en maestro: Que no tuviera que vivir sólo por un pedazo de pan. Quería que ni siquiera un alma se viera apresada por los trucos de otros. Quería que no quedara nada de este maldito orden social. Me repugnan la degradación y el dolor, me repugna la pobreza. Quería una nueva generación. Yo quería..., creí...

R.U.R., en definitiva, es una distopía con claros tintes políticos.

Premios:

En 2014 fue finalista al Premio Retro Hugo a la mejor representación dramática de 1938, por la adaptación que Jan Bussell produjo para la cadena BBC.