TRON: Legacy

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TRON: Legacy
Ficha técnica
Título original: TRON: Legacy
Nacionalidad: EE.UU.
Estreno 1: 30 de noviembre de 2010
Duración: 125 min.
Ficha artística
Dirección: Joseph Kosinski
Guión: Adam Horowitz, Richard Jefferies, Edward Kitsis, Brian Klugman, Steven Lisberger, Lee Sternthal
Producción:
Fotografía: Claudio Miranda
Música: Daft Punk
Reparto: Jeff Bridges, Olivia Wilde, Michael Sheen, Garrett Hedlund, James Frain, Bruce Boxleitner, Beau Garrett, Serinda Swan, Yaya DaCosta, Amy Esterle, Brandon Jay McLaren, Elizabeth Mathis, Michael Teigen, Steven Lisberger, Owen Best
Información suplementaria
Otros datos: Secuela de Tron
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Joseph Kosinski (2010)

Se trata de la secuela de Tron (1981), clásico del cine de los años '80.

La trama:

El principio:

La película comienza con un prólogo, situado en 1989, ocho años después de los hechos narrados en Tron, con Kevin Flynn (Jeff Bridges) explicándole a su hijo sus aventuras dentro del ordenador de ENCOM y saliendo después de casa para trabajar en su despacho. Termina el prólogo con unas escenas en las que, a través de las noticias, se nos explica la desaparición de Flynn.

Tras esto la película se traslada al presente y vemos a Sam, hijo de Flynn, asaltando la sede de su propia compañía. En estas escenas y las siguientes sabemos que, aunque se niega a tomar el control de la compañía de su padre, está disconforme con las decisiones de sus directivos y las sabotea cuando puede.

La película enfila el comienzo cuando Adam, antiguo amigo de Flynn, comunica a Sam que ha recibido un mensaje de su padre desde el teléfono de su despacho, teléfono que lleva veinte años desconectado. El joven Sam Flynn acude al despacho de su padre, descubre una habitación oculta y un terminal desde el que, como su padre, es capturado por el ordenador de ENCOM.

El nudo:

Tras las aburridas escenas anteriores nos sumergimos en el núcleo de la película, cuyo esquema reproduce el de la película de 1981.

Así, nada más llegar y tras la sorpresa inicial, Sam descubre que está en un mundo extraño, un escenario en extraño con vehículos y trajes compuestos de luz y programas que tienen apariencia de personas. De forma análoga a Tron, Sam es capturado y llevado a la "rejilla de juegos", una especia de arena donde los programas rebeldes son encarcelados y obligados a luchar para sobrevivir.

Durante una lucha espectacular Sam consigue huir gracias a la ayuda de Quorra (una preciosa Olivia Wilde), que interviene en la partida con su vehículo para sacar a Sam de la arena y llevarlo fuera de la ciudad que simboliza la red. Fuera de la ciudad nos encontramos en un paisaje abrupto, de rocas oscuras y de textura sin brillo por el que Quorra conduce hasta una elegante guarida en la que se refugia Flynn.

Aquí sabemos que Clu (el villano, un programa creado por Flynn y que se rebeló contra su creador) quiere el disco de datos de Flynn, razón por la que Flynn se oculta sin hacer nada. Sin embargo, Sam es incapaz de aceptar esa pasividad y decide arriesgarse a ir a la ciudad para salir del ordenador de ENCOM, borrar a Clu y salvar a su padre.

La película:

Estética:

El anterior argumento (si es que se le puede dar tal nombre) es el mínimo necesario para sostener un magnífico espectáculo de luz y efectos especiales.

La película supone una revisión completa a la estética de la película original. Se mantienen buena parte de los diseños (la idea de trajes de luz, las motos, el velero, la nave...) pero revisados y actualizados con mayor o menor acierto (el diseño de Moebius del velero de luz o las motos eran más elegantes en la película original).

La apariencia de elementos oscuros con textura de grafito, los trajes de luz, los edificios y vehículos imposibles, elementos semitransparentes... Todo ello configura un entorno de estética singular y muy bien conseguida. Merece especial mención la guarida de Flynn, con una decoración minimalista de inspiración oriental en cuanto a espacios, presencia de láminas de agua, jardines de grava... todo ello mezclado con recargados muebles de estilo antiguo europeo. La iluminación de suelos hace recordar las escenas finales en las que Bowman envejece en la falsa habitación de hotel de la película 2001, de Kubrick.

La interacción de elementos reales y virtuales, escenas y coreografías de acción, movimientos de cámara, carreras de vehículos... son un claro ejemplo de las posibilidades técnicas de la industria de efectos especiales actual.

Argumento y actuación:

La película requiere una supresión total de la incredulidad por parte del espectador para poder aceptar el escenario que plantea, lo que no es difícil, pues la trama carece de interés alguno. Los roles de los personajes están tan estereotipados como lo puede permitir una producción de Disney (lo que es mucho), con villanos obsesionados con el orden y la perfección, adolescentes rebeldes que en el fondo lo único que quieren es un poco de cariño, sicarios oscuros que se reconvierten al lado luminosos, etc. De hecho, las similitudes con el estándar establecido por La guerra de las galaxias (1977) son más que evidentes, si bien parecen reproducidos con desgana y ausencia total de talento por parte del guionista.

Poco favor le hace a este cúmulo de mediocridades la interpretación de los actores. Jeff Bridges parece trabajar bajo mínimos y con similar desgana a la del guionista; el director de animación parece carecer de los conocimientos emocionales adecuados para que el alter ego digital de Bridges muestre un poco de vida en la mirada y la joven actriz Olivia Wilde confunde la candidez con la mirada bobina. El protagonista, Garrett Hedlund, se salva merced a un enorme despliegue físico, sin hacer tampoco grandes méritos.

Conclusión:

Película prescindible pero atractiva en lo visual. La realización visual demuestra lo que se puede hacer; el guión y dirección lo que no debe hacerse.

Lo mejor, la banda sonora compuesta por el dúo de DJs franceses, Daft Punk (que hacen un cameo en una escena de un club de fiesta) y la sobresaliente belleza sin talento de Olivia Wilde.

Premios:

Obtenidos:

  • 2010: Austin Film Critics Association: banda sonora original