Trilogía de la Luna

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La trilogía de la Luna es una saga de ciencia ficción dura ambientada en la Luna.

El escenario:

El escenario que plantea McDonald es una Luna colonizada en los años '80 del siglo XX. Si bien esto convierte a la trilogía en una ucronía, no merece la pena clasificarla como tal, ya que es una circunstancia irrelevante para la trama y el escenario salvo menciones puntuales a un par de fechas que pasarán desapercibidas para muchos lectores.

La Luna está gobernada por cinco familias, cada una de las cuales domina un monopolio básico (la extracción de helio 3, la extracción de metales, el comercio, el transporte con la Tierra...). Al comienzo de la trilogía existe una situación de equilibrio de poder tanto entre las familias como entre la Luna y la Tierra, cuyas empresas y gobiernos quieren controlar y mantener los beneficios del comercio entre ambos mundos.

Por otra parte, en la Luna no hay leyes, no hay crímenes ni delitos, no es ilegal matar a nadie... lo único que hay son contratos y tribunales que los dirimen, y todo (¡todo!) en la Luna es negociable.

Referencias:

Se ha comparado la trilogía lunar con Juego de Tronos (George R.R. Martin, 1996) y La Luna es una cruel amante (Robert A. Heinlein, 1965), y la comparación no es inadecuada. La lucha por el poder de las familias y los juegos de alianzas, traiciones, pactos y revueltas justifica la comparación con la saga de Martin. Por otro lado, el desarrollo de una sociedad basada en una presunta utopía libertaria justifica más que de sobra la comparación con la obra de Heinlein. Pero la comparación con este último autor va más allá.

La primera impresión que un lector habitual de ciencia ficción tiene al leer la novela es de estar leyendo demasiado Heinlein. No tanto por las premisas libertarias (que es lo más obvio), sino por el tratamiento de los personajes. Si algo caracteriza a los personajes de Heinlein es su condición de ser sanos, audaces, inteligentes... y tener siempre razón. El autor conseguía así que sus lectores juveniles empatizaran con unos personajes casi superhumanos para vender a través de ellos sus ideas libertarias y de abolición de los estados; estos personajes están también presentes en el libro de McDonald. Hay atisbos de darles profundidad, evolución... pero siempre dentro de un marco de personajes sobresimplificados sin traumas, dudas ni inseguridades. Esto hace que la novela sea, como las de Heinlein, más fácilmente accesible a un público juvenil que a un lector adulto, a quien le será difícil empatizar con personajes que son, básicamente, la idealización que de sí mismo tiene todo adolescente.

Los personajes no son el único truco que se le nota a las novelas; otro aspecto claro es el tratamiento del sexo. La Luna está totalmente liberada sexualmente. La misma idea de ser heterosexual u homosexual es irrelevante en un mundo en el que nadie está atado a nada, en el que existen incluso contratos de matrimonio grupales que establecen los grados de infidelidad aceptables para sus miembros y en el que no son raros los personajes de género neutro. De nuevo, esto es una idea calcada de La Luna es una cruel amante y que, junto con las escenas explícitas, hacen las novelas atractivas y fácil de leer a un adolescente.

No es que los adultos no puedan disfrutar de ellas; al contrario. El ritmo es bueno, la acción abundante, algunas escenas son trepidantes y, en general, la construcción del escenario es interesante y despierta curiosidad, lo que la hace fácil y amena de leer, si bien hay que reconocer que la habilidad de McDonald para el folletín es muy inferior a la de Martin (o Dumas).

En todo caso, la idea de plantear un escenario que carece de leyes penales y se rige exclusivamente por contratos civiles es interesante (por mucho que sea una idea de Heinlein, no de McDonald), por lo que la novela es un buen ejercicio especulativo, si bien se sobresimplifican las posibilidades para hacerla una lectura fácil.

Los libros:

Luna: Luna nueva:

Artículo principal: Luna: Luna nueva

En el primer libro de la trilogía se plantea un escenario de equilibrio de poder inestable que se rompe con un intento de asesinato fallido a un miembro de la familia Corta. Este acto desencadena una lucha que acaba estallando de forma violenta hasta el punto de borrar del mapa a los Corta.

Luna: Luna de lobos:

Artículo principal: Luna: Luna de lobos

El segundo libro de la trilogía presenta un escenario revuelto en el que se tratan de establecer nuevas alianzas entre familias y entre la Luna y la Tierra, al tiempo que lo miembros supervivientes de los Corta tratan de recomponerse y comienzan a tejer su venganza.

Luna ascendente:

Artículo principal: Luna: Luna ascendente

El tercer libro de la trilogía narra la venganza de los Corta al tiempo que en la Luna comienzan a darse cambios políticos y, sobre todo, nuevas aspiraciones en las grandes familias.

Trilogía de la Luna
Luna nueva Luna de lobos Luna ascendente