Diferencia entre revisiones de «Viaje a la Luna (Melies)»

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Pese a ello, ''Viaje a la Luna'' es una obra magnífica que bien merece la pena ver.
 
Pese a ello, ''Viaje a la Luna'' es una obra magnífica que bien merece la pena ver.
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* 2021: Incluida en el [[Salón de la Fama de la ciencia ficción]]
  
 
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Revisión de 21:43 18 jul 2022

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¡Atención, spoilers!

Aquí se desvelan detalles de la trama y el argumento


Viaje a la Luna (Melies)
Ficha técnica
Título original: Le Voyage dans la lune
Nacionalidad: Francia
Estreno 1: 1 de septiembre de 1902
Duración: 14 min.
Ficha artística
Dirección: George Melies
Guión: George Melies
Producción: Productora:' Star Film
Fotografía: Michaut, Lucien Tainguy (B/N)
Música: Mudo
Reparto: Georges Méliès, Bleuette Bernon, Henri Delannoy, Jeanne d'Alcy
Información suplementaria
Otros datos: Primera película de ciencia ficción.
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

George Melies (1902)

Se trata de uno de los grandes clásicos del cine y la primera película de ciencia ficción. Verla hoy en día resulta una experiencia absolutamente impresionante.

La trama:

Preparando el viaje:

La película comienza con una reunión de astrónomos en la que el profesor Barbenfouillis (barba revuelta), interpretado por el propio Melies presenta su plan de enviar hombres a la Luna impulsados por un gran cañón, igual que se hace en la novela De la Tierra a la Luna que Julio Verne escribiera en 1865 en y en la que se inspiraría a Melies. El plan del profesor despierta una acalorada discusión en la que otros cinco hombres se presentan voluntarios para acompañarlo y salen de la sala vitoreados por sus colegas.

El segundo plano entra fundiéndose con el primero. En él se presenta la llegada de los futuros viajeros a la construcción del obús. Los astrónomos revolotean asombrados entre la estructura a medio montar.

El tercer plano entra también en fundido y muestra los tejados de la ciudad, donde los astrónomos tratan de observar el firmamento, cubierto por el humo de las fábricas.

El cuarto plano entra también con un fundido y muestra una segunda vista de los tejados, donde el cañón está ya preparado para recibir a los astronautas. Éstos llegan, llega el obús, los astrónomos entran en él y el obús es introducido en el cañón.

Un corte lleva al quinto plano, donde el cañón es disparado.

Un fundido nos lleva al sexto plano, el más conocido y referenciado de la película: La Luna se acerca a la cámara en un travelling inverso. Una sobreexposición cambia el dibujo de la Luna por un rostro humano maquillado ("interpretado" por Bleuette Bernon quien, probablemente sin saberlo, vio convertido su rostro en una de las imágenes de mayor importancia en la historia del cine). Un corte cambia a la imagen tan conocida: el rostro de la luna con el obús clavado en su ojo.

Llegada a la Luna:

Un nuevo fundido nos lleva al séptimo plano, en el que vemos a obús caer en la Luna y abrirse para dejar salir a los astrónomos... por supuesto, sin ningún tipo de traje de vacío, vestidos con sus elegantes levitas y sombreros y portando paraguas.

Un corte en el plano hace desaparecer el cohete (no tiene relevancia argumental, es tan sólo para retirar del plano un elemento innecesario), el movimiento de los elementos del decorado finge un cambio de perspectiva y un nuevo absurdo: vemos salir la Tierra sobre el horizonte.

Todavía en este séptimo plano vemos a los astrónomos echarse a dormir en la Luna tapados con sus mantas y un cometa cruza el cielo; las estrellas de la Osa Mayor muestran rostros humanos y Febes y Saturno hacen nevar sobre los aventureros, que se ven obligados a refugiarse bajo la superficie de la Luna.

Un fundido nos lleva al plano octavo, donde se puede ver el interior de la Luna, donde corren ríos, crecen extrañas plantas y un paraguas clavado en el suelo se convierte gracias a un hábil corte en una seta gigante que crece frente a los astrónomos.

Lucha con los selenitas:

En este mismo plano octavo aparece un selenita que se comporta de forma extraña y ataca a los astrónomos. Éstos se defienden y, de un golpe de paraguas, lo hacen desaparecer en medio de una nube de humo. Aparece un segundo selenita que es igualmente volatilizado y, después, una horda de ellos que hace huir a los astrónomos.

Un corte nos lleva al noveno plano, donde vemos a los astrónomos capturados y llevados frente al líder selenita en su ciudad. Uno de los astrónomos se libera y ataca y mata al líder selenita, lo que les permite huir.

Un fundido al décimo plano, que nos muestra a los astrónomos huyendo de sus perseguidores.

Regreso a la Tierra:

Un nuevo fundido nos lleva al undécimo plano. En él vemos a cinco de los astrónomos montarse en el obús, que ahora está al borde de un barranco, mientras el sexto se cuelga de una cuerda en su extremo, lo que lo desequilibra y lo hace caer hacia la Tierra, llevándose consigo a un selenita aferrado a él.

El décimo segundo plano nos muestra la caída del obús y el décimo tercero su caída al mar. El décimo cuarto muestra al obús hundiéndose en el fondo del mar y volviendo a salir a flote. Un fundido nos lleva al décimo cuarto plano, en el que se ve a un barco transportar a remolque el obús hasta un puerto.

El décimo quinto plano nos muestra la llegada de los astrónomos y su obús a la ciudad, donde son agasajados y condecorados y el selenita llevado capturado. Cabe hacer notar que el obús lleva en su parte inferior el logotipo de Star Film, la productora de Melies.

Un corte nos lleva al décimo sexto y último plano, donde se continúa con las celebraciones.

La película:

Rodada en 1902 (siete años después de que los hermanos Lumiere presentaran su invento), está basada en las obras De la Tierra a la Luna (1865) de Julio Verne, y The First Men in the Moon (1901) de H.G. Wells, y considerada la obra clave de su director, George Melies.

Dura catorce minutos a 16 fotogramas por minuto y poco más de ocho a 25 fotogramas por segundo.

La película es toda ella una divertida parodia de las historias en las que se basa. Ya la primera escena es buena prueba de ello, con sus astrónomos más parecidos por su indumentaria a los magos de la Universidad Invisible de Ankh Morpork, de Terry Pratchett.

Esta intención paródica y humorística está presente en todo momento: las estrellas con rostro, paraguas que se convierten en setas, selenitas que explotan... Es evidente que Melies no pretende hacer nada serio: sólo quiere divertir a su público con una historia simple, graciosa y con chicas de largas piernas y grandes traseros.

La genialidad de la película, pues, no está en su intención, sino en su técnica. Melies ha tomado un invento (el cinematógrafo) que se exhibe como rareza en las ferias y ha hecho de él un vehículo para contar historias. Ha inventado el cine... o una buena primera aproximación.

¿Cine?:

Si bien, tal y como se ha dicho, se considera que Melies es el padre del cine, también hay que reconocer que esta película apenas es cine, tal y como hoy lo conocemos. Y es que la obra de Melies es sólo el primer paso de un medio que ha evolucionado mucho en este último siglo.

Es cierto que antes de él las proyecciones cinematográficas apenas eran espectáculos de un par de minutos mostrando trenes llegando a la estación o la salida de obreros de una fábrica. En este sentido, Melies sí es el padre del cine, al dar lugar a "grandes superproducciones" ( El viaje a la Luna costó diez mil francos de la época) y la fundación del primer estudio cinematográfico, en el que poder rodar sus historias. Pero sus técnicas narrativas, más allá de los efectos especiales, son mucho más parecidas al teatro o al cabaret.

En casi toda la película la cámara permanece fija, a la altura de la mirada de un espectador en un teatro. Sólo la escena de acercamiento a la Luna presenta un movimiento de la cámara. El resto de las escenas son rodadas con una cámara fija filmando un escenario fijo también. Sólo el séptimo plano parece fingir un cambio de perspectiva, moviendo elementos del fondo, aunque tal vez no fuera esta la intención de Melies y simplemente quiso eliminar elementos para despejar un fondo en el que quería representar estrellas, del mismo modo que inmediatamente después hace desaparecer el obús.

Los efectos visuales de estrellas con rostro, cometas o el barco transportando el obús son fáciles de obtener con escenarios en diferentes planos y un hábil juego de formas y colores que los confundan; todo ello herencia clara de escenografías teatrales y de cabaret.

Los mismos movimientos de las chicas en el escenario recuerdan claramente a lo que cabría esperar de un teatro de París en la época: las chicas desfilan para entregar telescopios a los astrónomos en el primer plano (telescopios que son figuras de cartón recortado), desfilan también en el momento del disparo, formando con aire militar mientras tocan trompetas y portan la bandera en el quinto plano (en el que hay que destacar las poses cómicas del artificiero y del oficial que ordena el disparo), y desfilan en el cuarto plano, cuando introducen el obús y saludan con pompones... (cabe destacar también en este plano la forma tan hábil en que los astrónomos entran en el obús y salen de él por su extremo izquierdo, que queda fuera del plano).

Todas estas son técnicas dignas de teatro. Las técnicas puramente cinematográficas (primeros planos, travellings, encuadres no horizontales como picados o contrapicados) no han sido descubiertos todavía. Melies ha inventado más que el cine, algo parecido a un teatro móvil. Sólo ese breve travelling hacia la Luna o los efectos obtenidos mediante el corte de la imagen quedan fuera de las posibilidades de un escenario teatral.

Pese a ello, Viaje a la Luna es una obra magnífica que bien merece la pena ver.

Premios: