Tetsuo

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Tetsuo
Ficha técnica
Título original: Tetsuo
a.k.a. Tetsuo, the Iron Man
Nacionalidad: Japón
Estreno 1: 1 de julio de 1989
Duración: 69 min.
Ficha artística
Dirección: Shinya Tsukamoto
Guión: Shinya Tsukamoto
Producción: Shinya Tsukamoto
Fotografía: Kei Fujiwara (B&N)
Música: Chu Ishikawa
Reparto: Tomorowo Taguchi (hombre), Kei Fujiwara (mujer), Nobu Kanaoka (mujer con gafas), Shinya Tsukamoto (fetichista), Renji Ishibashi (vagabundo)
Información suplementaria
Otros datos: No hay otros datos
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Shinya Tsukamoto (1989)

a.k.a. Tetsuo, el hombre de hierro

Ideología ciberpunk

Se suele coincidir en afirmar que Tetsuo no tiene trama o argumento, y esto es cierto hasta donde se lo puede permitir. La película es una reacción visceral ante un entorno estresante, como es la vida en un Tokio que ejemplifica el camino que toma la civilización occidental. La responsabilidad de un trabajo rutinario y alienante, la falta de espacio, la tecnificación y las máquinas, la degradación de los espacios y de las relaciones interpersonales en este ambiente... son factores que aumentan la presión dentro del individuo normal que pugna por una salida que a veces es violenta sin causa aparente, el germen de una psicopatología moderna.

Con esta temática ya clásica en el arte contemporáneo (explorada ampliamente en la ciencia ficción por autores como J.G. Ballard), la corriente ciberpunk, de la que Tetsuo es un sangrante ejemplo, hace hincapié en los estresores y en especial en la relación del hombre con las nuevas tecnologías que le desplazan en nichos sociales que antes le eran exclusivos (desde el trabajo al ocio) y que le aíslan de sus semejantes al hacerle prescindible.

Así, como sacado de una pesadilla de estos ciudadanos que pierden sus raíces, aparece una película como Tetsuo, donde el miedo, la fascinación y la dependencia por las máquinas se conjugan para crear el hombre-máquina. Mucho más allá del concepto de ciborg, donde partes del cuerpo humano son sustituidas por miembros mecánicos, el ser ciberpunk se ha mezclado con el metal, absorbiéndolo.

Estética ciberpunk

En efecto, Tetsuo es una pesadilla y no resulta nada difícil encontrar paralelismos con la también inquietante Cabeza borradora (Eraserhead, 1977, David Lynch) de la que imita el onirismo, el blanco y negro, la soledad del individuo y la génesis de una aberración que es el verdadero protagonista.

No se puede decir, por tanto, que Tetsuo sea eminentemente original. En su lugar habría que decir que es el trabajo de reunión y cohesión de diversos motivos ciberpunk que ya existían antes, expresados ahora con mayor claridad y fuerza, del mismo modo que Neuromante (1984) es la puesta en orden de estos elementos en literatura.

Parece clara, por ejemplo, la referencia del propio título de la película a un personaje de Akira (1982) manga realizado por Katsuhiro Otomo, cuya adaptación cinematográfica se realizó poco antes del estreno del film de Shinya Tsukamoto. Tetsuo, uno de los pilares fundamentales del manga, deviene efectivamente en hombre-máquina y puede que Tsukamoto quisiera homenajear así una de sus referencias. Si bien, tampoco sería descabellado atribuirlo todo a la casualidad, ya que Tetsuo significa "hierro" en japonés y ambos autores se muestran propensos al simbolismo.

La película cuenta con muchos otros aciertos estilísticos que contribuyen a crear una característica atmósfera sugerente y retorcida. Ya hemos hablado de la fotografía en blanco y negro, muy cuidada, saturada hasta el punto de crear una textura visual, y que corrió a cargo de Kei Fujiwara que repetiría en la cinta como actriz. La banda sonora, de machacona sonoridad metálica, rinde servicio a este estilo fotográfico, ambos dirigidos a incrementar la sensación de intrusión del metal en la carne, de violación tecnorgánica. Este tipo de imagen subjetivizada, tanto en la fotografía como en el uso de la cámara, unida a la música electrónica o industrial para separar aún más al espectador de la realidad, sería un recurso escogido frecuentemente en otras obras underground, sin posibilidad de recurrir al uso de caros efectos especiales, como es el caso de Pi, fe en el caos (1998, Darren Aronofsky).

Por todo esto, el argumento es lo de menos y la cinta debe ser considerada más bien como una pieza de experimentación, una videocreación más tendente a la expresión sensorial que a la argumentación discursiva.

Premios

  • 1989: Mejor película en el Fantafestival (Mostra Internazionale del Film de Fantascienza e del Fantastico di Roma)
  • 1998: Premio del público a la mejor interpretación a Shinya Tsukamoto en el Sweden Fantastic Film Festival (FFF)