El chip prodigioso

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El chip prodigioso
Ficha técnica
Título original: Innerspace
Nacionalidad: EE.UU.
Estreno 1: 1 de julio de 1987
Duración: 120 min.
Ficha artística
Dirección: Joe Dante
Guión: Jeffrey Boam y Chip Proser
Producción: Steven Spielberg y otros para Warner Bros y Amblin Entertainment
Fotografía: Andrew Laszlo
Música: Jerry Goldsmith
Reparto: Dennis Quaid, Martin Short, Meg Ryan, Kevin McCarthy, Fiona Lewis, Vernon Wells...
Información suplementaria
Otros datos: No hay otros datos
Imdb: Ficha en Imdb
Notas:
  1. Fecha de primer estreno. No tiene por qué coincidir con el estreno en salas comerciales o emisión en abierto; puede ser en premieres, festivales u otras formas de distribución reducida o exclusiva.

Joe Dante (1987)

El chip prodigioso es un remake muy libre de la mítica Viaje alucinante (Richard Fleischer, 1966, basada a su vez en una novela homónima de Isaac Asimov) pasado por el filtro del espectáculo apto para todos los públicos marcar de Steven Spielberg.

El argumento:

Un laboratorio científico (a sueldo del gobierno de los Estados Unidos) ha desarrollado una fantástica tecnología que permite miniaturizar objetos y seres vivos, para volver a agrandarlos después.

El teniente y piloto Tuck Pendelton es el único lo suficientemente temerario como para aceptar la misión de prueba: él y su cápsula (un mini-submarino) serán encogidos a nivel microscópico e inyectados en el interior de un conejo.

Sin embargo, el laboratorio es atacado durante la prueba y Pendelton termina siendo inyectado en un ser humano, Jack Putter, un civil hipocondriaco y poco amante de los riesgos que se verá inmerso en una trama de espionaje industrial, perseguido y obligado a colaborar con su inopinado huésped si quiere salir ileso.

La película:

Estamos ante una estructura de comedia de aventuras muy clásica, con tres personajes básicos y que funciona fundamentalmente por la dualidad entre las personalidades de Pendelton y Putter. El primero, un heroico temerario, y un individualista que parece no sentar cabeza. El segundo, un hombre común, involuntariamente cómico, pero poseedor de grandes valores personales.

Meg Ryan equilibra el trío actoral, aportando la necesaria carga emocional y un pequeño punto de conflicto entre los dos protagonistas. Los tres desempeñan sus papeles con solvencia e incluso con brillantez, sin llegar a escapar de los estereotipos que son y que el público identifica con suma facilidad desde el inicio, pero sin caer en el aburrimiento y la obviedad.

El guión, dinámico, sin fallos en el ritmo, juega igualmente con tópicos reconocibles y huye de la falsa profundidad, pese a lo cual es capaz de otorgar espacio a los personajes para su desarrollo. El pícaro aventurero reconocerá al fin el amor y las responsabilidades familiares; el cómico segundón desarrollará el empuje y al confianza necesaria para triunfar.

Uno de los aspectos mejor logrados de la película fueron los efectos especiales, merecedores de un Oscar en su año y que resultaban interesantes décadas después, cuando ya se habían popularizado los efectos digitales. Por otra parte, el interés didáctico de la obra original no ha desaparecido por completo.

En conclusión, una muy entretenida película de aventuras que no ha envejecido mal.

Verosimilitud y ciencia ficción:

La película tiene numerosos errores de concordancia entre las acciones de los protagonistas, además de una muy cuestionable argumentación científica.

No se menciona en ningún momento qué tipo de tecnología es requerida para hacer posible la miniaturización, pero numerosas escenas plantean aparentes imposibilidades difíciles de reconciliar.

¿Se miniaturizan los átomos o los seres encogidos están compuestos por el mismo tipo de partículas que los seres normales? En la película vemos que Pendelton puede beber el whisky ingerido por Putter y que un minisubmarino de varias toneladas, una vez encogido, es fácilmente transportable en un bolsillo. Son dos ejemplos entre muchos.

Evidentemente, El chip prodigioso no es una película de divulgación y ni siquiera pretende ser coherente en su argumentación científica. A pesar de ello, el pacto de ficción no resulta tan endeble como pudiera suponerse: el espectador, inmerso en la acción, no cuestiona las premisas y el director no comete el censurable error de tratar de explicar lo inexplicable.

Estamos ante un producto de ciencia ficción orientado al entretenimiento en el que predomina el sentido de la maravilla. Sus premisas pueden ser cuestionables a nivel racional, y pueden estar desarrolladas de manera poco consecuente; pero en lo fundamental, una vez asumido que se puede miniaturizar las cosas con las propiedades pro-intuición y anti-científicas que se plantean, el argumento no requiere del recurso a lo fantástico.

Premios:

Obtenidos:

  • 1988: Oscar a mejores efectos visuales

Finalista: