Final profundo
Final profundo | |
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Autor: | J.G. Ballard |
Otros títulos: | El pez Ocaso Final en las profundidades |
Datos de primera publicación(1): | |
Título original: | Deep End |
Revista o libro: | New Worlds Science Fiction, #106 |
Editorial: | Nova Publications |
Fecha | Mayo de 1961 |
Publicación en español: | |
Publicaciones(2): | Las voces del tiempo (Antología) Playa terminal (Antología) Cuentos completos |
Otros datos: | |
Saga: | |
Premios obtenidos: | |
Otros datos: | |
Fuentes externas: | |
Tercera Fundación | Ficha |
ISFDB | Ficha |
Otras fuentes | |
Notas: | |
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J.G. Ballard (1961)
Final profundo es un relato situado en un escenario marcado por un apocalípsis ecológico. Su título original, Deep End, ha dado problemas para ser traducido con corrección, manteniendo el juego de palabras. Así, su primera traducción al español fue Final profundo, en 1967, para incluirlo como complemento final a una novela de otro autor (Cita en un mundo perdido, de A. Bertram Chandler). Traducciones como El pez (para una recopilación de varios autores, de 1968) u Ocaso (para la traducción al español de la antología Las voces del tiempo) hacen referencia a aspectos concretos del relato o al sentimiento general que pretende transmitir. Final en las profundidades ha sido el último intento de recuperar la intencionalidad original del autor de jugar en el título con la idea del escenario concreto (el fondo desecado del océano Atlántico) y el escenario general (el exilio de la Tierra).
Sinopsis:
Holliday es uno de los últimos jóvenes que quedan por abandonar la Tierra, pero se muestra reacio a hacerlo y ha estado dando largas al oficial de reclutamiento. Los océanos de la Tierra han sido drenados poco a poco para extraer el oxígeno que ha servido para hacer habitables otros cuerpos del sistema solar. En el proceso, la atmósfera se ha ido envenenando con el hidrógeno sobrante de la electrólisis del agua y los últimos habitantes del planeta se han trasladado al fondo de los océanos desecados, donde se concentra la delgada capa -más pesada- de atmósfera respirable.
Los únicos que aún no se han ido son los más ancianos e inválidos que no soportarían el viaje interplanetario. Las numerosas estaciones lanzadera han ido cayendo en desuso y ya sólo quedan dos operativas que han anunciado el último viaje de salida.
El relato:
Se trata de uno de lo relatos de esta época en los que Ballard mejor desarrolla un concepto fundamental en gran parte de su obra: las consecuencias del progresivo deterioro ambiental del planeta, sobre-explotado por un ser humano que se muestra indiferente. Enlaza, en cierta manera, con el sentimiento que Ray Bradbury reflejaría en sus Crónicas marcianas, y muy especialmente con el magnífico Aunque siga brillando la luna (1948). Pero allí donde Bradbury parecía lamentar la pérdida de un estilo de vida, Ballard apunta directamente contra el egoísmo humano y su visión utilitaria del entorno. Donde Bradbury se muestra melancólico, Ballard escupe a la cara.